Christina Aguilera brindó una nueva entrevista para The Sunday Times Style, donde habló sobre el efecto de la fama a una temprana edad. "Sabes, es difícil crecer en este negocio, cualquiera sea la forma que lo hagas", dijo, agregando que lo que la salvó fue "que nunca traté de mostrar mi virginidad. Nunca quise poner una fachada. Cuando empiezas a mentir o a vivir para cumplir las expectativas de los demás, estoy segura que vas a explotar en algún momento". Luego de su disco Stripped, la cantante tomó las riendas de su carrera y su imagen. "En el primer álbum yo era una marioneta y estaba haciendo lo que la discográfica quería en un momento donde ocurrió la explosión pop", dijo. "Es divertido mirar hacia atrás ahora, porque tienes a Kylie Jenner o a Miley Cyrus reinventando los looks de los pantalones rajados, por los que me dijeron de todo. Me interesaba abrir una conversación en ese momento, sentirme cómoda en mi piel al compartir la sexualidad y esa parte de mi. Las mujeres son criaturas multi-dimensionales que debemos ver nuestra sexualidad solo a través de la mirada de los hombres". Y agregó: "Si miras mi trabajo y las decisiones que tomé, verás que era algo muy progresivo. Siempre quise dejar de tener miedo porque vi a mi madre ser débil y muy dominada. Esa fue una de mis decisiones, como mujer, que nunca me sentiría desamparada frente a un hombre". Christina describe su niñez como "caótica" y recuerda "a veces correr con mi madre en el medio de la noche, manejando desde New Jersey a Pittsbugh a la casa de mi abuela para salir del miedo de nuestro hogar. Era un viaje de 7 horas, pero había que hacerlo. Era una situación aterradora y quería estar lo más lejos posible". Fue durante este turbulento momento que comenzó a cantar: "Me acerqué a ello como escape a ese ambiente". El estrellato dejó a Christina en compañía de adultos de los cuales debía defenderse: "Era un negocio con muchos lobos", dijo. "Hombres grandes con otras intenciones. Cuando eres tan joven en un negocio manejado por hombres, verás el lado oscuro de las cosas y escucharás a los hombres hablando sobre las mujeres y hablando sobre mis pechos. Miro hacia atrás a esa yo más joven, que necesitaba un abrazo, y querría decirle que no todos los hombres son así. Cuando la gente lo acepta y dice: 'Oh, bueno, los hombres son hombres'. No estoy de acuerdo. Los hombres deberían hacerse responsables". Con todos los movimientos a favor de las mujeres, parece que a la música aún no le ha llegado su momento. "Tengo algunos nombres pero no los diré, pero he tenido mi parte. Y al salir muy joven, hubieron lugares a los cuales me costó llegar y enfocarme en lo que estaba haciendo". Finalmente, en 2018 regresó a su escenarios junto al lanzamiento de su disco Liberation. "El escenario es mi hogar", dijo. "Siempre lo ha sido. Pero ir de gira ahora es loco. No había hecho un tour en 10 años. Estaba como: '¿Cómo lo hago con niños?' Necesitan tener su horario de dormir, su estructura. Los niños florecen con su rutina. Salir del escenario e ir a leerles una historia porque ellos quieren tener ese tiempo de calidad, es mucho. Definitivamente es mucho", dijo. "Pero quien soy para quejarme. Estoy haciendo lo que amo nuevamente, tomando el mando, tomando el control de mi creatividad, eso es la libertad mayor". Cuando sus hijos Max y Summer estaban de vacaciones de la escuela, se los llevó de gira con ella por Europa y de vacaciones a Japón. "Es bueno que ellos vean lo que hace mamá, a parte de usar sudaderas y bata en casa. Ven el trabajo que hago en el tour", explicó, agregando que le causó gracia cuando Summer le preguntó por qué la gente tenía que trabajar. "Bueno, ¿ves la cómoda cama en la que duermes todas las noches, el techo sobre tu cabeza, la comida que comemos? Mamá tiene que trabajar para tener todo eso. Tienes que hablarle a tus hijos para que tengas experiencias reales en su vida". Su hijo Max canta y lo hace bien. "No están intentando seguir nada, siempre fue rara en eso. Pero siempre estoy como: Si quieres hacer algo con eso Max, puedes hacerlo", dijo. Christina se preocupa por los privilegios que sus hijos tienen: "Mis hijos no tienen los mismos problemas que yo tuve al crecer, pero están creciendo en un ambiente diferente al mío. Con eso viene el miedo de asegurarme que ellos aprecien lo que tienen". La cantante se asegura que la vean trabajar con el World Food Programme y hace que ellos se involucren al donar sus juguetes. "Les cuento que hay niños que no tienen juguetes, que hay niños que se crían en refugios, que escaparon de la forma que lo hice yo, se los diré cuando tengan la edad apropiada. Y cuando donan, visitan los lugares ellos mismos para ver las cosas más allá de dejar los juguetes", dijo. A pesar de no haber tenido buenos modelos a seguir, Christina logró hacer que sus relaciones sentimentales funcionaran. "Es complicado cuando creces sin la idea de l que es una buena relación o lo que es la funcionalidad", aseguró. Max pasó la mitad del verano con su padre Jordan Bratman porque "tenemos una buena relación como padres. Es asombroso que mi hijo tenga a ambos padres y dos hogares. Lo más importante cuando un matrimonio no funciona es cuidar a los niños emocionalmente, saber que sus necesidades están cubiertas y tratar de no involucrarlo en la parte pesada de todo ello. Creo que hicimos un buen trabajo, tenemos muy buena comunicación y ponemos a nuestro hijo primero más allá de tus propias necesidades". Christina afirma que no se sacará el tatuaje dedicado a Jordan porque acepta su cuerpo tal como es: "Me siento cómoda con mi cuerpo ahora. Nunca quisiera volver a mis 20 en donde las inseguridades y sentirme de cierto modo para sentirme de cierta forma. Siento que he trabajado mucho en mi cuerpo como madre y como dadora". Y finalmente agrega: "Sé que sonará cursi, pero lo mejor de la vida y de crecer es la aceptación de ti misma. Hay una conexión con sentirse hermosa sin importar lo que digan", explicó haciendo referencia a su hit Beautiful.
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