Christina Aguilera está en la portada de la revista L'Officiel Magazine en donde comentó que se siente muy a gusto con la figura que luce hoy en día. "No voy a hacer dieta, supéralo. Estoy bien con ello", afirmó.
¿Cómo fue reinterpretar “Reflection”?
Tomar la canción que inició toda mi carrera fue como cerrar un círculo maravilloso. La primera vez que lo grabé no tenía ni idea de los objetivos que habría alcanzado en más de veinte años de carrera. Hoy soy madre, mujer realizada, vivo una condición diferente de descubrimiento de mí misma, de crecimiento y definición de nuevas metas.
¿Cómo ha evolucionado tu voz a lo largo de los años?
Mi misión es desafiarme a mí misma. Tengo un gusto muy ecléctico por el que me dejo guiar en la exploración de diferentes estilos y géneros, cada uno con un intrincado proceso creativo. Siempre me han fascinado los diferentes matices, texturas y sonidos que surgen del poder o la ternura de la voz. Con tu voz puedes evocar toda una serie de emociones, imposibles de transmitir con solo hablar. Estoy profundamente apegada al blues y al soul, porque tienen una forma pura y sincera de transmitir los sufrimientos y alegrías de mi caótica infancia. Esa música era auténtica, podía entenderme, incluso antes de que yo aprendiera a entenderme a mí misma. Con el tiempo, he perfeccionado mis habilidades, mi herramienta para indagar en esa verdad. Las máscaras no son para mí, luché por no tener que esconderme detrás de una imagen que alguien pensó ideal. Una cantante necesita estar en contacto con sus emociones, cantar significa seguir evolucionando, creciendo. Mi voz es un regalo y nunca me la he tomado a la ligera, me comprometo a compartirla con conciencia.
A los artistas no les gusta escucharse unos a otros ...
Me toma un tiempo escuchar uno de mis performance. En el escenario, me dejo caer por completo en la actuación. A veces no sabes realmente lo que sucederá, tienes que confiar en los sentimientos que sientes y dejarlos emerger. Las obras maestras pueden nacer de algo no del todo perfecto y da miedo exponerse mucho, pero no sabría cómo hacerlo de otra manera. Abrazo la locura del momento.
Si tuvieras que describirte a ti mismo a través de tus piezas, ¿cuál elegirías?
El álbum “Bionicˮ me representa mucho. Si nos adentramos en un entorno más sentimental y vulnerable, diría la canción “I Am”. Todo el álbum resume bien mi forma de ver la vida, está lleno de experimentos vocales que disfruté explorando.
¿Qué es la belleza para ti hoy?
Cada uno de nosotros es un individuo en sí mismo y la gente lo juzga en función de sus diferencias, de lo que lo hace único, particular. Tienes que aceptar esa belleza y al diablo con todo lo demás. La verdadera belleza para mí es la capacidad de conocerte y proyectar quién eres de una manera inconfundible. No siempre bonita, lejos de ser perfecta, pero pura.
¿Y a los que todavía no pueden, ¿qué consejo les darías?
Ser amable con uno mismo. Todos andamos por el camino de la investigación interior, es nuestro trabajo como seres humanos y cada uno sigue un camino diferente, por lo que no tiene sentido hacer comparaciones. “Nade en su carril. Si pierdes el tiempo mirando por encima del hombro para ver qué están haciendo los demás, lo pierdes de vista”, es el mejor consejo que me han dado. Tratemos de escuchar las cosas que resuenan dentro de nosotros. Se necesita tiempo para superar el ruido y sentirse realmente a sí mismo. Dejémonos ser lo que somos. A menudo me he encontrado con mis ansiedades y siendo hipercrítico conmigo misma, pero nunca he dejado de buscar nuevas formas de esforzarme más, sin dejar de protegerme.
Algunas de tus actuaciones se han vuelto legendarias. ¿Qué recuerdas de la versión de “Lady Marmaladeˮ?
Para mí fue un punto de inflexión, sentí que estaba tomando el control de mi poder personal. Canté sin miedo y sin importarme los límites y lo que la gente pensara. Fui teatral, exagerada y me embarqué en el viaje marcando la ruta. Mostré de lo que era capaz, como mujer, como artista. Y luego trabajar con un puñado de mujeres rudas fue la guinda del pastel.
¿Y el espectáculo inolvidable con Britney Spears y Madonna?
Fue muy divertido lo disfruté, fue un gran momento de la cultura pop cantar “Like a Virgin” con mi amiga de la infancia Britney y Madonna, siempre estaré orgullosa de ello.
¿Cómo te sentiste actuando con los Rolling Stones?
Estar en el escenario con Mick Jagger tiene algo épico, sigue siendo uno de mis dúos favoritos. Es eléctrico cuando canta, entiendo por qué ellos son una leyenda. En un momento me agarró por detrás y me empujó hacia adelante, una sensación impactante y emocionante al mismo tiempo.
¿Cómo reaccionan tus hijos cuando te ven en el escenario?
Están súper atentos, se ve que absorben todo lo que ven, que digieren mis diferentes roles y cómo reacciona y se une el público, a través de mi música y mi voz. Cuando estamos juntos todo gira en torno a ellos, son mi mundo, pero tienen que respetar el hecho de que mamá tiene que trabajar, porque subimos al escenario.
¿Qué te hace feliz hoy?
La cercanía de mi familia, las nuevas experiencias, el descubrimiento de lugares desconocidos y ver las cosas a través de los ojos de mis hijos. Me encanta mirarlos mientras duermen tranquilamente, me gusta cuidarme, darme un lindo baño en la espuma, recibir masajes. Y luego están los amigos, el buen vino y la risa, los baños nocturnos, Japón con los cerezos en flor. Soy feliz cuando alcanzo una meta, cuando me doy cuenta de algo sobre mí misma que aún no sabía y cuando me convierto en una fuente de inspiración para los demás. Y si me preguntas qué espero del futuro, te digo que lo mejor está por llegar para mí.
Gracias a MadamXtina por la traducción

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